La trombosis venosa retiniana (TVR) es una enfermedad de la retina que se incluye dentro de los llamados Eventos Vasculares Oclusivos de la Retina.
Se produce cuando la vena central de la retina queda obstruida o bien cuando alguno de sus ramos impide el paso de la sangre. Sin embargo, y a pesar de esta obstrucción, la sangre sigue entrando en los tejidos a través de las arterias, lo que provoca un encharcamiento venoso y posteriormente una ruptura de los capilares. La zona de retina afectada sufre una falta de oxígeno (isquemia) produciéndose en la mayoría de los casos una muerte de las células nerviosas de la retina y una pérdida de su función visual.
Como consecuencia el paciente tiene una pérdida brusca e indolora de la visión cuya importancia dependerá de la zona de la retina donde se encuentre la lesión
Los pacientes que padecen trombosis venosa pueden mejorar su visión con el tratamiento mediante LASER Amarillo 577nm Micropulsado, con el nuevo láser 2RT (Retinal Rejuveneation).
En este estudio publicado en el año 2019 en la revista cientifíca Retina Today, se repostan varios casos de pacientes con trombosis venosa y edema macular secundario que mejoraron claramente tras el tratamiento con láser Amarillo 577 nm, sin efectos secundarios asociados al tratamiento láser.
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Los síntomas de la trombosis venosa retiniana pueden incluir visión borrosa, pérdida de visión periférica, cambios en la percepción del color y posiblemente dolor en el ojo afectado. Estos síntomas pueden variar en severidad dependiendo del grado de obstrucción venosa y de la afectación de la retina. Es importante buscar atención médica inmediata si experimentas alguno de estos síntomas para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.
La trombosis venosa retiniana se diagnostica principalmente a través de un examen oftalmológico completo que puede incluir varios procedimientos, como:
1. **Examen de fondo de ojo:** El oftalmólogo examina el fondo del ojo con un oftalmoscopio para detectar signos de trombosis venosa retiniana, como hemorragias, edema macular y venas dilatadas.
2. **Angiografía con fluoresceína:** Este procedimiento implica la inyección de un tinte de contraste en una vena del brazo y la toma de fotografías del fondo del ojo mientras el tinte circula a través de los vasos sanguíneos de la retina. Ayuda a identificar obstrucciones en las venas retinianas.
3. **Tomografía de coherencia óptica (OCT):** Este escáner no invasivo proporciona imágenes detalladas de las capas de la retina, permitiendo al médico evaluar el edema macular y otras anomalías asociadas con la trombosis venosa retiniana.
4. **Gonioscopia:** En algunos casos, se realiza este examen para evaluar la presión intraocular y descartar el glaucoma como causa de los síntomas.
El diagnóstico preciso se basa en la combinación de estos métodos de evaluación clínica y pruebas complementarias, lo que permite al oftalmólogo determinar la presencia y gravedad de la trombosis venosa retiniana.
La trombosis venosa retiniana puede provocar pérdida de visión permanente en casos graves y no tratados. Si no se aborda adecuadamente, las obstrucciones persistentes en las venas retinianas pueden dañar de forma irreversible la retina y el nervio óptico, lo que puede resultar en una disminución significativa o incluso en la pérdida total de la visión en el ojo afectado. Por lo tanto, es fundamental buscar atención médica inmediata si se experimentan síntomas de trombosis venosa retiniana para evitar complicaciones graves.
Sí, varios factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar trombosis venosa retiniana. Algunos de estos factores incluyen hipertensión arterial, diabetes, enfermedades cardiovasculares, trastornos de la coagulación sanguínea, tabaquismo, obesidad, enfermedades autoinmunes, antecedentes familiares de enfermedades vasculares y ciertos medicamentos. Además, los factores de estilo de vida poco saludables, como una dieta alta en grasas saturadas y la falta de ejercicio, también pueden contribuir al riesgo de desarrollar esta afección. Es importante tener en cuenta estos factores y tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de trombosis venosa retiniana.
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Clínica Oftalmología Orduna desde 1980 pioneros en láser y cirugía ocular.
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